ALCALDESA DEL COLEGIO
Madre Clara del Corazón de María
Así como la siembra de la flor de la cantuta en un día de invierno, tal como el nacimiento del majestuoso cóndor andino en los brazos cálidos de Los Andes peruanos. Hace 9 decenios, se fundo la semilla del prestigio que hasta el día de hoy se ha desarrollado logrando ser aquel árbol proveedor de frutos jóvenes que salen a crear un impacto positivo en la sociedad.
Es propicio mencionar que en el marco del aniversario de nuestra institución se ha creado en mi persona, un sentimiento de agradecimiento y admiración a toda la familia de “Nuestra Señora del Rosario”.
Durante el tiempo en el que una estudiante llega a caminar por estos pasillos y permanecer en los salones, deja una marca indeleble, tanto en el ámbito académico como en el espiritual. Las lecciones de humildad y servicio, entrelazadas con la sabiduría religiosa, nos guiaron en un viaje hacia el conocimiento no solo de los libros, sino del corazón humano. La formación académica que una recibe no solo nos dota de los conocimientos y habilidades necesarios para enfrentar el mundo, sino que también nos enseña el valor del esfuerzo, la curiosidad, la fraternidad, la integridad, la solidaridad, la paz y el bien.
Mas que un colegio, un jardín donde se siembran sueños y aspiraciones. La rica espiritualidad mariana-franciscana que toca cada uno de nuestros corazones, escuchándose en los rincones la melodía de fe y esperanza.
En nombre de la comunidad y con el corazón lleno de gratitud, celebro con ustedes este aniversario tan especial. Que el Colegio Nuestra Señora del Rosario siga siendo un faro de sabiduría y de amor, y que continúe sembrando el deseo ardiente de construir un mundo más justo, hermoso y fraterno.